Evaluación del Paisaje
Diagnóstico
La segunda fase del estudio de paisaje es el diagnóstico, en la que se tienen en cuenta los datos recogidos en la fase de análisis para determinar cuál es la situación del paisaje, es decir, qué elementos e interacciones hacen que se mantenga en su estado actual.
Para ello se utilizan las unidades de paisaje, es decir, porciones del territorio en las que existen elementos y factores naturales (relieve, aspectos geológicos, suelo, clima, flora, etc.) y/o humanos (población, asentamiento, intervención humana, etc.), que proporcionan una imagen particular y lo hacen diferente al resto. Establecer unidades de paisaje hace que sea posible planificar en base a ellas o a subunidades que se definan para un mejor manejo. Por ejemplo, en Tenerife, en el Plan Territorial Especial de Ordenación del Paisaje de Tenerife, se definieron 16 grandes unidades de paisaje.
El diagnóstico tiene como aplicación práctica la posibilidad de utilizarlo para determinar también la capacidad de las unidades del paisaje para acoger actividades humanas, así como identificar y enumerar los impactos que están alterando su calidad ambiental o visual. Estos impactos pueden estar producidos por causas muy diversas, como por ejemplo, la ocupación del territorio por asentamientos urbanos, industriales u obras públicas, las actividades agrícolas, forestales y ganaderas, o la extracción de recursos que provocan cambios en el relieve, la vegetación y los colores.
Por último, en esta fase se estudiarán también cuáles son las medidas a aplicar para corregir, mitigar o compensar los impactos detectados.
Pronóstico
Es importante poder predecir los cambios que van a tener lugar en el paisaje si se siguen dando unas determinadas condiciones. La fase de pronóstico nos permitirá orientar las actuaciones actuales y futuras del ser humano en el paisaje.
El pronóstico de un paisaje depende de tres factores:
- La calidad visual de partida, es decir, sus valores estéticos en un momento dado.
- La fragilidad, que hace referencia a la probabilidad que ese paisaje se estropee a causa de las intervenciones humanas.
- La capacidad de absorción visual, una variable contraria a la fragilidad y que hace referencia a la capacidad de un paisaje de soportar intervenciones humanas sin estropearse.
Sintéresis
Es la última etapa de un estudio completo de paisaje. Después del diagnóstico establecido en la etapa anterior y de acuerdo con el pronóstico previsto para el paisaje, se establecen técnicas para prevenir posibles impactos en el futuro.
En esta fase, las simulaciones son imprescindibles, ya que nos permitirán comprobar si las previsiones son correctas y si las soluciones propuestas son adecuadas.